sábado, 17 de marzo de 2012

PROBLEMA SOCIALES EN LOS JOVENES


Es importante hablar de los problemas sociales   que se presentan en un gran numero de adolescentes, principalmente en esta etapa que es cuando surgen cambios físicos así como psicológicos, si estos son mal orientados   originan que los jóvenes caigan en situaciones de drogadicción, alcoholismo, vandalismo, etc. Las drogas han sido una constante en la sociedad humana, sin embargo en la actualidad es preocupante el abuso de las mismas, esto es debido a que los jóvenes de hoy   las están usando en demasía, tienen tanto el dinero como la oportunidad de comprar lo que deseen, la crisis de identidad que caracteriza a los adolescentes origina que pretendan resolver sus problemas utilizando algún tipo de droga, lo que trae como resultado que muchos de ellos estén desbaratando su vida, poniendo en riesgo su salud física,   psicológica y echando por la borda sus estudios.
 
Existen una gran variedad de drogas, van desde las legales como la cafeína, la nicotina, el alcohol, hasta las ilegales como la mariguana, la cocaína, o las anfetaminas, entre otras. El acceso a dichas sustancias o la poca actividad física son factores que propician el consumo de las mismas, es decir, un joven que tiene interese,   una vida ocupada tiene menor probabilidad de consumir estupefacientes, sin embargo aquellos que no desarrollan ninguna actividad y, que constantemente deambulan en la calle son mas factibles de ser atraídos al delirante mundo de la drogadicción. La adicción a sustancias estimulantes se da rápidamente en los adolescentes debido a la crisis de identidad por la que atraviesan, la cual les provoca conflictos graves, cuya sensación de confusión es más bien debida a una “guerra” dentro de ellos mismos. 

PARA MAYOR INFORMACIÓN

LAS JOVENES Y SU MUNDO SEXUAL



Las enfermedades de transmisión sexual, también conocidas como ETS o ITS (infecciones de transmisión sexual), son enfermedades infecciosas que se contagian de persona a persona por medio del contacto íntimo. Las ETS afectan a hombres y mujeres sexualmente activos de todas las edades y procedencias (independientemente de si son ricos o pobres).
Lamentablemente, las ETS se han convertido en una afección común entre los adolescentes. Debido a que los adolescentes corren mayor riesgo de contraer ETS, es importante aprender qué medidas de protección se pueden tomar.
Las ETS son más que un motivo de vergüenza. Son un problema de salud grave. Si no reciben tratamiento, algunas ETS pueden producir daños permanentes, como esterilidad (incapacidad de tener hijos) e incluso la muerte (en el caso del VIH/SIDA).

Cómo se contagian las ETS

Uno de los motivos de la propagación de las ETS es que las personas piensan que sólo se pueden contagiar si tienen relaciones sexuales. Eso no es cierto. Las personas pueden contraer algunas ETS, como el herpes o las verrugas genitales, a través del contacto de la piel con una zona infectada o con úlceras.
Otro mito sobre las ETS es que no se contagian por tener sexo oral o anal. Eso tampoco es cierto, porque los virus o las bacterias que ocasionan las ETS pueden ingresar al cuerpo a través de pequeños cortes o desgarros en la boca y el ano, así como en los genitales.
Las ETS también se contagian con facilidad porque son infecciones que no se notan. De hecho, muchas personas con ETS ni siquiera saben que las tienen. Estas personas corren el riesgo de transmitir la infección a sus parejas sexuales sin darse cuenta.
Algunos de los factores que aumentan las probabilidades de contraer una ETS son:
  • Actividad sexual a temprana edad. Cuanto más pronto el individuo comience a tener relaciones sexuales, mayor será su probabilidad de contraer una ETS.
  • Multiplicidad de parejas sexuales. Las personas que tienen contacto sexual (no sólo relaciones sexuales, sino cualquier tipo de actividad íntima) con muchas parejas diferentes corren mayor riesgo que aquellas que siempre tienen la misma pareja.
  • Relaciones sexuales sin protección. Los condones de látex siempre deben utilizarse, ya que son la única forma de anticonceptivo que reduce el riesgo de contraer ETS. Los espermicidas, los diafragmas y otros métodos anticonceptivos pueden ayudar a prevenir el embarazo, pero no brindan protección contra las ETS. 

EL ABUSO DE SUSTANCIAS Y ADICCIONES


La diferencia entre el abuso de sustancias y la adicción es muy leve. Abuso de sustancias significa consumir una sustancia ilegal o utilizar una sustancia legal de manera incorrecta. La adicción empieza como abuso, o consumiendo sustancias como la marihuana o la cocaína. Puedes consumir una droga (o alcohol) sin tener una adicción. Por ejemplo, sólo porque Angel haya fumado marihuana unas cuantas veces no significa que tenga una adicción, pero sí que ha consumido una droga, y esto puede conducir a una adicción.
Las personas pueden volverse adictas a todo tipo de sustancias. Cuando pensamos en una adicción, normalmente pensamos en alcohol o en drogas ilegales. Pero las personas pueden volverse adictas a medicamentos, al tabaco, incluso al pegamento. Y algunas sustancias son más adictivas que otras: drogas como el crack o la heroína son tan adictivas, que probarlas una o dos veces puede ser suficiente para que la persona que las consuma pierda el control.

Adicción física

Ser físicamente adicto significa que el cuerpo de una persona se vuelve dependiente de una sustancia particular (incluso fumar puede ser adictivo). También aumenta la tolerancia de la persona a esa sustancia, de modo que la persona necesita una dosis cada vez mayor para obtener el mismo efecto. Alguien que es físicamente adicto y deja de consumir una sustancia, como drogas, alcohol o tabaco, experimenta un síndrome de abstinencia. Algunos síntomas del síndrome de abstinencia son diarrea, temblores y sentirse pésimo en general.

Adicción psicológica

La adicción psicológica ocurre cuando el anhelo de consumir una droga es psicológico o emocional. Las personas que son psicológicamente adictas sienten que el deseo de consumir una droga les supera. Pueden mentir e incluso robar para conseguirla.
Una persona cruza la línea que separa el consumo de la dependencia cuando ya no utiliza la droga para divertirse o para "colocarse", sino que se ha vuelto dependiente de ella. Su vida se centra en su necesidad de la droga. Una persona adicta —tanto si tiene una adicción física como psicológica o ambas— siente que no puede dejar de consumir la droga.

Signos de adicción

El signo de adicción más obvio es la necesidad de consumir una determinada droga o sustancia. Sin embargo, hay muchos otros signos que pueden indicar una posible adicción, como los cambios de humor o la perdida o el incremento de peso. (Aunque estos signos pueden también indicar otros problemas, como depresión o trastornos de la alimentación.
Los signos de que tú o alguien que conozcas puede tener una adicción a una droga o al alcohol incluyen:
Signos psicológicos:
  • Consumir drogas o alcohol como una manera de olvidar los problemas o para relajarse
  • Retraerse u ocultar secretos a la familia y los amigos
  • Pérdida de interés en actividades que antes eran importantes
  • Problemas con el rendimiento escolar, como sacar peores notas o faltar a la escuela
  • Cambios en las amistades, como salir con amigos que consumen drogas
  • Pasar el tiempo pensando cómo conseguir drogas
  • Robar o vender pertenencias para pagar las drogas
  • Intentos fallidos de dejar de consumir drogas o de beber
  • Ansiedad, ira o depresión
  • Cambios en el estado de ánimo 

Signos físicos:
  • Cambios en los hábitos de sueño
  • Sentirse débil o encontrarse mal al intentar dejar de consumir la sustancia
  • Necesidad de consumir mayor cantidad de esa sustancia para conseguir el mismo efecto
  • Cambios en los hábitos de alimentación, incluida pérdida o incremento de peso